15. BIOMECÁNICA DE LA COLUMNA CERVICAL Y DE LA CABEZA
15.3. Articulaciones de la columna cervical (1) (2) (3) (4)
Las vértebras cervicales se articulan entre sí por dos
zonas: El cuerpo y las apófisis articulares
(arco vertebral).
En cuanto a sus medios
de unión, no existen diferencias importantes con las restantes
zonas del raquis, con la única excepción del ligamento
nucal al que ya hemos hecho referencia en las articulaciones de las dos
primeras vértebras cervicales y el occipital.
Las superficies articulares de las articulaciones
entre los cuerpos presentan como detalle diferencial la presencia de unas elevaciones óseas
a ambos lados del cuerpo que constituyen las denominadas apófisis
unciformes de las vértebras cervicales, lo cual hace
que los cuerpos de estas vértebras contacten entre sí aparte
de por medio de los discos intervertebrales, por sus apófisis
unciformes. De esta forma se constituyen unas articulaciones laterales
que se conocen como articulaciones uncovertebrales. Estas articulaciones,
dotan
de mayor
estabilidad a la columna cervical durante los movimientos de flexión-extensión
y facilitan los movimientos de inclinación lateral de la columna
cervical.
En las articulaciones entre las apófisis articulares, podemos
comprobar como las caras articulares de las mismas se orientan siguiendo
un plano oblicuo de arriba abajo y de adelante hacia atrás que
va aumentando progresivamente a medida que ascendemos en el nivel de
la columna. Este hecho condiciona los movimientos de inclinación
y rotación del raquis cervical, así como explica la amplitud
de estos movimientos conseguidos por la conjunción de la acción
de la charnela occipitoatloidea y los movimientos en las artrodias de
las apófisis articulares.
En resumen, a nivel del raquis cervical inferior, se realizan básicamente
movimientos combinados de inclinación-rotación alrededor
de ejes oblicuos (condicionados por la orientación de las carillas
de las apófisis articulares) y se amplían los movimientos
de flexión-extensión del raquis suboccipital.

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