11. ESTUDIO DE LA CABEZA. HUESOS DEL CRÁNEO. BASE DEL CRÁNEO. HUESOS DE LA CARA. FOSAS DE LA CABEZA
11.3. Huesos del cráneo
Es el hueso más complicado del cráneo, debido a que en
su interior se localiza el órgano de la audición, hecho que condiciona
la presencia de numerosos conductillos y orificios que atraviesan el
espesor
del hueso.
Se trata de un hueso plano y par situado en las partes laterales de
la cabeza en la zona que salen las primeras canas, de ahí su nombre.
Para estudiarlo se divide en tres partes: escama, porción petrosa
o peñasco del temporal y porción timpánica.
- Escama del temporal: lámina ósea, ancha y delgada
que se extiende verticalmente para formar parte de las paredes laterales
de la bóveda craneal, se articula con el parietal por su borde
superior, con las alas mayores del esfenoides por delante y con el
occipital por detrás.
En su cara exocraneal se aprecia la presencia
de una apófisis delgada que se separa lateralmente de la misma
y se dirige en dirección ventral (paralela a la cara exocraneal
de la escama) para articularse con el cigomático (apófisis
cigomática) formando la denominada asa de la calavera, en la
base de ésta se localiza una depresión articular para
la mandíbula, la fosa mandibular (cavidad glenoidea).
- Porción petrosa: Se trata de una pirámide ósea
cuadrangular con base posterior y exocraneal y vértice anterior
y endocraneal, cuyo eje mayor sigue dirección lateromedial.
La base, de situación exocraneal, es una apófisis voluminosa,
palpable en el vivo, denominada apófisis mastoides,
El vértice endocraneal
llega hasta la parte lateral del cuerpo del esfenoides y presenta un
orificio (orificio interno del conducto carotídeo).
Las cuatro
caras de la pirámide son dos caras endocraneales y dos exocraneales.
Las caras endocraneales se disponen formando parte de las fosas craneal
media y posterior recibiendo la denominación de cara
cerebral y cara cerebelosa respectivamente, en ésta última se
aprecia un orificio que se corresponde con el conducto auditivo
interno.
Las caras exocraneales reciben la denominación de cara
timpánica (anterior) y cara basilar (posterior)
La cara timpánica se halla
oculta por la porción timpánica delimitando junto con ésta
el orificio del conducto auditivo externo.
La cara basilar presenta
múltiples apófisis, agujeros y depresiones, las más
importantes desde la mastoides hacia delante son: la apófisis
estiloides, eminencia ósea punzante justo por delante de la
mastoides, entre ambas se localiza el agujero estilomastoideo. Por
delante de la apófisis estiloides se aprecia una depresión
denominada fosa yugular que al articularse con el occipital formará parte
del agujero rasgado posterior (yugular); por delante de ésta
un orificio denominado agujero carotídeo (orificio externo del
conducto carotídeo que finaliza en la punta del peñasco).
El peñasco se halla excavado en todo su interior por numerosos
canalículos y espacios óseos relacionados con el aparato
de la audición y con nervios craneales que lo atraviesan para
dirigirse al exterior del cráneo, en total son trece canalículos,
lo que da idea de su complejidad. (se hacen cursos especiales de disección
del hueso temporal para especialistas en otorrinolaringología)
- Porción timpánica: Lámina ósea triangular
que delimita junto con la cara anterior exocraneal del peñasco
el agujero del conducto auditivo externo.

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